Para el Día del Niño no íbamos a estar en Buenos Aires,
pero a último momento hubo cambio de planes y de un domingo
sin hacer nada se transformó en una juntada de más de 10 personas,
con abuelas, tíos, primos y amigas.
Por lo que rápidamente debía resolver el tema de la decoración de la mesa.
Tenía que ser una temática y un colorido que sirviera para ambos sexos,
además de poder usar elementos que tuviese en casa.